Jordania es un país de Oriente Medio (o Asia Occidental, como lo llama oficialmente la ONU) que limita con Irak e Irán al este, Siria al norte e Israel al oeste. El país toma su nombre del río Jordán, que ha sido una fuente vital de agua en esta región desértica desde los tiempos bíblicos.
La ubicación de Jordania en la cuna de la civilización la convierte en un candidato obvio para una larga historia de viticultura y elaboración de vinos. Después de todo, los países vecinos de Israel y Siria tienen una historia de viticultura que se remonta a miles de años.
El vino israelí también está teniendo un éxito creciente a principios del siglo XXI. Pero hay pocas pruebas de que la tierra que constituye la actual Jordania se haya utilizado alguna vez para la viticultura.
Se cree que las variedades de uva que se cultivaban en Jordania se han perdido para siempre. En la actualidad, los vinos de Jordania se elaboran a partir de las variedades de Vitis vinifera que se han convertido en nombres conocidos en las últimas décadas: Cabernet Sauvignon, Merlot, Shiraz y Pinot Noir para los tintos; Chardonnay, Muscat, Pinot Gris, Gewurztraminer y Chenin Blanc para los blancos.
Estas cuatro últimas variedades están fuertemente asociadas a los viñedos más fríos de Francia (Alsacia y el Valle del Loira), por lo que es inusual que estas variedades prosperen en el desierto a latitudes tan bajas como los 29 grados. Incluso el Fiano, el blanco del sur de Italia, famoso por su Fiano di Avellino, ha encontrado un lugar en el vino jordano moderno.
El río Jordán nace en los Altos del Golán (en las montañas del Anti-Líbano, entre Siria e Israel) y fluye hacia el sur a lo largo de 250 kilómetros (155 millas), atravesando el lago de Galilea y desembocando en el Mar Muerto. El río forma ahora la mitad norte de la frontera entre Jordania e Israel.
