La región vinícola del desierto del Néguev, en el sur de Israel, es una de las más calurosas y secas del mundo. Se encuentra a una latitud de entre 31 y 29 grados norte, en el borde del desierto de Siria. Para ser una región vinícola del hemisferio norte, está muy cerca del ecuador; a pocos grados se consideraría una región vinícola tropical. El Néguev sólo recibe unos 100 mm de lluvia al año, gran parte de los cuales desaparecen en inundaciones repentinas.
El riego moderno controlado por ordenador es una necesidad y el uso del agua es, naturalmente, un problema importante. Esta es una de las razones por las que los vinos de la región deben alcanzar un nivel de calidad que justifique sus altos precios. A pesar de su improbable macroclima, el Néguev ha sido una zona de cultivo de uvas desde la antigüedad. Es posible que haya sido una de las primeras regiones vinícolas del mundo -si es que alguna región puede considerarse como tal hace 6.
000 años- y ha experimentado una especie de renacimiento desde la década de 1980, aunque representa menos del 5% de la superficie total de viñedos de Israel.
